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ALGUNOS SIGNOS DE ALERTA ANTE EL RETRASO MADURATIVO DEL DESARROLLO

Dificultades escolares:

  • Problemas de atención y concentración
  • Hiperactividad
  • Problemas en el aprendizaje de la lectura, escritura, uso de punzones, tijeras…
  • Dificultad para seguir órdenes e instrucciones

Alteraciones Psicomotrices:

  • Falta de equilibrio
  • Falta de reconocimiento del esquema corporal (Le cuesta identificar las partes del cuerpo en el mismo y en otras personas, imitar movimientos o adaptar su cuerpo a diferentes espacios)
  • Dificultad para coordinar ambos lados del cuerpo
  • Dificultad para voltearse, sentarse, arrastrar, gatear, andar, correr, saltar, subir y bajar escaleras
  • Se cae repetidas veces
  • Muy pocas veces mete las manos al caerse
  • Falta de equilibrio
  • Presenta miedo al pasar por espacios cerrados

Alteraciones del lenguaje:

  • De comunicación, comprensión y de expresión

Alteraciones sensoriales:

  • Le cuesta enfocar la mirada
  • Excesiva irritabilidad
  • Excesivo rechazo a algunos movimientos o posturas
  • Excesivo rechazo hacia algunas texturas, olores, sabores, sonidos, etc.
  • Le cuesta comer o rechaza muchos alimentos

 

Dificultad para relacionarse con otros niños:

  • Timidez
  • Agresividad
  • Poca tolerancia a las frustraciones
  • Baja autoestima
  • Dificultades para participar a nivel social

Dificultades para ser independiente en las actividades cotidianas:

  • Alimentarse
  • Vestirse
  • Desplazarse
  • Si las realiza con dificultad o necesita ayuda

“Estas dificultades pueden darse tanto en un niño que por alguna razón se haya visto alterada o impedida la evolución natural de su desarrollo, o asociado a otros síndromes, lesiones o enfermedades que cursen con fallo del sistema nervioso, discapacidad física o mental, agenesia del cuerpo calloso, autismo, síndrome de Down, retraso mental, parálisis cerebral, etc.

Cuando los niños se saltan las etapas del desarrollo como por ejemplo arrastrar o gatear, dejarán de hacer conexiones neuronales básicas necesarias para la evolución de las estructuras cerebrales y posterior madurez de las mismas, pudiendo afectar una o varias áreas del desarrollo y verse comprometidas las habilidades psicomotrices, cognitivas, del lenguaje, sociales, emocionales y/o psicológicas propias de cada edad, trayendo como consecuencia un posible retraso madurativo del desarrollo”.

En la clínica Salud y Más contamos con una evaluación del neurodesarrollo para detectar posibles alteraciones en el mismo y crear un plan de tratamiento basado en la neuropsicomotricidad terapéutica infantil para corregirlas.

Niños de alto riesgo:

  • Prematuros
  • Con complicaciones en el embarazo o durante el parto
  • Nacidos por Cesárea
  • Alteraciones anatomofisiológicas de cualquier parte del cuerpo
  • Operaciones al nacer o durante su desarrollo sobre todo aquellos que les hayan mantenido durante algún tiempo en cama o inmovilizados
  • Excesivas alergias y gripes o con bajas defensas
  • Excesiva sobreprotección por parte de los padres o tutores
  • Falta de contacto y de exploración sensorial a través de las fuentes naturales del medio ambiente, olores, sabores, texturas, sonidos, etc.
  • Niños expuestos a una primera infancia sedentaria
  • Niños que no se colocan boca abajo durante su primera infancia porque lloran mucho.

Esto último es importante, ya que ahí se encuentra la base del desarrollo neuromuscular del niño. Con la ayuda de sus primeros movimientos, desde esta postura, se produce el fortalecimiento de los músculos necesarios para poder tirar del cuerpo y arrastrarse, voltearse, sentarse o de tener tanta estabilidad como para gatear y por último, caminar, correr, saltar, trepar, etc. Si no tienen suficiente tono o fuerza muscular en su musculatura superior y posterior, traerá como consecuencia que no repten ni  gateen, lo que a su vez puede desencadenar una inmadurez en las habilidades, ya que esta es la base del desarrollo de todo ser humano.

 

Yuly Bernardi Arrioja

Terapeuta Ocupacional