Las neurociencias se ha desarrollado en los últimos años de manera vertiginosa, gracias a esto ahora sabemos sin lugar a dudas que nuestros hemisferios tienen funciones diferentes y complementarias. Nuestro hemisferio derecho intuitivo, creativo, globalizador…es el encargado de protegernos cuando siente un peligro y nos pone en acción. Nuestro hemisferio izquierdo analítico, racional, con conciencia temporal…nos facilita las herramientas: pensamientos, deducciones, lenguaje, lógica… Y gracias a las conexiones neuronales que tiene lugar entre los dos hemisferios, en la zona del cerebro llamada cuerpo calloso, nuestro cerebro actúa sincronizado, integra los aspectos emocionales y cognitivos de la experiencia, somos alta tecnología.
Pero cuando algo nos produce un impacto intenso nuestro hemisferio derecho, que nos ha protegido durante años de evolución, se pone en acción, aumenta el ritmo cardiaco, la presión sanguínea, la adrenalina…y se rompe la conexión ínter hemisférica. Ya Van der Kolk señalaba en 2001 la falta de funcionamiento del hemisferio izquierdo durante los estados de excitación extrema. De esta forma este hecho físico o mental se queda atrapado en el hemisferio derecho sin los recursos analíticos, racionales…de nuestro hemisferio izquierdo.
Para volver al equilibrio sólo tenemos que reestablecer la conexión, conseguir nuevas rutas neuronales. Y eso lo podemos conseguir activando los hemisferios individual y alternamente a través de los sentidos.
En concreto con esta técnica para activar los hemisferios trabajamos a través de la vista con dos métodos:
- OJO ALTERNO: basado en ONE EYE A TIME de Coock.
- Gafas DE SINCRONIZACIÓN del Dr. Schiffer.
Y de este modo logramos:
Intercambio de información de los dos hemisferios
La reestructuración cognitiva del tema que tratamos
Desensibilizar el tema
Atenuar o desaparición de las molestas sensaciones corporales
Nuevas y positivas conexiones neuronales, nuevas rutas para nuestros pensamientos y sensaciones.