Según la medicina tradicional tailandesa, el cuerpo humano está compuesto de los 4 elementos de la vida: agua, fuego, tierra y viento. Estos deben estar equilibrados.
Tierra: el masaje estimula este elemento a través de los músculos, tendones, huesos y ligamentos.
Agua: (líquidos del cuerpo) el masaje lo estimula ayudándole a circular por todo el organismo. Colabora con el correcto funcionamiento de los órganos.
Viento: proveedor de energía. El masaje lo ayuda a fluir en la correcta dirección para beneficio del organismo.
Fuego: calor. Mejoramos la circulación y conseguimos la correcta temperatura corporal.
Con el masaje tailandés trabajamos las líneas SEN o canales. Por estas líneas recorre la energía nuestro cuerpo están relacionadas con los meridianos del cuerpo y a su vez están con los órganos.
Trabajamos con 10 líneas energéticas las cuales controlan el pulmón, corazón, gusto, dolores de cabeza, regulan la temperatura corporal, problemas respiratorios, emocionales y psicológicos, audición, equilibrio, esfínteres, órganos sexuales. Por lo tanto es recomendable trabajarlas todas.
El masaje ofrece el correcto funcionamiento del organismo.