Saltar al contenido

Hidroterapia, bienestar a tu alcance

El agua. Aparte de ser un líquido esencial para toda clase de vida, es un amuleto para el bienestar de nuestro cuerpo. Su aplicación y efectos son múltiples. Veamos a continuación dichos efectos.

El agua desempeña un papel imprescindible desde nuestra concepción, puesto que posibilita la replicación del ADN. Configura elementos básicos para nuestro metabolismo, puesto que permite el crecimiento de moléculas claves como los triglicéridos o proteínas y reduce el tamaño de las moléculas de glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. Es el eje principal de las funciones enzimáticas y de la neutralidad ácido-base, es decir, el ph del cuerpo. Cada persona está compuesta entre un  55 y un 75% de agua y se necesitan del orden a 6 -8 litros al día, 2l de ellos deben ser bebidos como mínimo al día.

La hidroterapia somete al cuerpo a tres factores: hidrostático (flotar), hidrodinámico (resistencia al agua) e hidrocinético (presión). Con estos factores lograremos un mejor retorno venoso, un mejor sistema propioceptivo y de equilibrio, una mejora el sistema emocional y psicológico, una relajación muscular y una reeducación de la respiración. Si además, el chorro de agua es caliente (34-39ºC), lograremos una vasodilatación, lo que provoca un aumento de la temperatura local, analgesia, disminuye el tono muscular, aumenta la elasticidad y, por tanto, disminuye de la rigidez, ayudando  a curar úlceras y heridas. En cambio, si el chorro de agua es frío (8-29ºC), lograremos una vasoconstricción lo que provoca una hipertonía muscular, analgesia y ayuda a los procesos inflamatorios puesto que provoca un descenso de la temperatura local.

A nivel del sistema cardio-circulatorio el agua fría va a disminuir la actividad cardiaca, la frecuencia y aumentar la presión arterial, produciendo una vasoconstricción. El agua caliente va a producir un aumento de la frecuencia cardiaca y una disminución de la presión arterial a causa de una vasodilatación.

A nivel del sistema respiratorio las aplicaciones repentinas frías o calientes producen una profunda y duradera inspiración. Las aplicaciones de agua fría de larga duración producen una respiración profunda y rápida. Las aplicaciones agua caliente de larga duración van a producir respiraciones profundas pero más superficiales.

nivel hematológico las aplicaciones de agua fría incrementa los glóbulos rojos, la viscosidad y la concentración de la sangre y las aplicaciones de agua caliente bajan el nivel de hemoglobina y los leucocitos.

En el sistema músculo esquelético, las aplicaciones de agua fría producen hipertonía muscular y aumenta la excitabilidad de los nervios mejorando la capacidad de trabajo muscular. Los baños de agua caliente de larga duración producen hipotonía muscular y disminución de la excitabilidad muscular lo que se traduce por relajación de la musculatura. Los baños fríos o calientes disminuyen la percepción del dolor.

Sobre el sistema nervioso las aplicaciones de agua fría actúan como estimulantes sobre el sistema nervioso simpático. Las aplicaciones de agua caliente actúan como estimulantes sobre sistema nervioso parasimpático. Las aplicaciones de agua muy caliente actúan sobre los dos sistemas vegetativos: simpático y parasimpático.

A nivel funcionamiento orgánico en vísceras u otros órganos, las aplicaciones de agua caliente incrementan la motilidad intestinal y la función estomacal, estimulando la secreción biliar, mejorando la función renal y, con ello, aumenta la diuresis. Las aplicaciones de agua fría disminuyen la motilidad intestinal y del tracto digestivo y estimulan la secreción biliar como las calientes. En aplicaciones de corta duración estimulan el vaciado de la vejiga urinaria.

¡¡No lo dudes: zambúllete en agua, exponte al agua, disfruta del agua, aprovecha el agua, sueña con el agua, escucha al agua, toca el agua, desconecta en el agua, diviértete con el agua, siente al agua pero sobretodo… bebe mucho, mucho agua!!

Diego Glez Hortigüela

Fisioterapeuta esp. Osteopatía