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Aromaterapia

Ciertos aromas pueden producir un incremento de la circulación y la oxigenación de la sangre, lo que contribuye a la regeneración celular. El olfato estimula naturalmente un buen funcionamiento de todo nuestro organismo, y el mantener nuestra nariz limpia, abierta y relajada, favorecerá una respiración profunda, elemento indispensable para alcanzar un equilibrio psico-físico. En la nariz se encuentran células que captan los olores y aromas, éstos son enviados al bulbo olfatorio que se encuentra en el hipotálamo que identificados por el cerebro envía señales al resto del organismo, estas señales pueden relajarnos, ponernos el alerta o causarnos diferentes sensaciones.
Ciertos olores agradables tienen la virtud de lograr que nuestro cerebro segregue más serotonina, la “hormona de la felicidad. El olfato es el único sentido que no pasa por el filtro del tálamo cuando envía información al cerebro. De este modo, los aceites esenciales no sólo nos enriquecen en un tratamiento a nivel tópico sino también a nivel psicológico gracias a su capacidad para hacernos sentir placer, placidez y relajación, del mismo modo que nos evocan recuerdos o nos transmiten euforia.